Las
organizaciones sociales, autoridades locales y pobladores de Espinar deciden
hoy, en asamblea general, las acciones que adoptarán para exigir al Ejecutivo
que, antes de poner en marcha el proyecto Majes Siguas II, garantice la
solución al déficit hídrico existente en esa provincia cusqueña.
La
decisión la adoptaron luego de que una comisión, integrada por el alcalde
provincial Oscar Mollohuanca y dirigentes de los frentes de defensa de Espinar
y de la cuenca del río Apurímac, que tenía como propósito pedir al gobierno
nacional un diálogo sobre los requerimientos hídricos de Espinar, no fue
atendida.
Según
Mollohuanca, Espinar no se opone al proyecto Majes Siguas II, pero sí exige al
gobierno que antes de ejecutarlo se comprometa a incrementar la oferta de agua
y ello implica construir represas y proyectos de irrigación.
El
proyecto prevé el trasvase de 9 metros cúbicos por segundo de las aguas del río
Apurímac hacia Arequipa, dejando para Espinar 5 metros cúbicos por
segundo. Pero según Mollohuanca, Espinar solo pude utilizar 2,6 metros cúbicos
por segundo porque lo restante constituye el caudal ecológico.
El
alcalde indicó que esa oferta de agua ha sido superada por la demanda en
Espinar, sin considerar los proyectos de desarrollo que se prevé
implementar en esta provincia y en las aledañas, donde hay gran potencial
agrícola y ganadero.
"Eso
es lo que queríamos plantear al gobierno y no se nos quiere escuchar",
indicó Mollohuanca, tras reflexionar que "este gobierno está acostumbrado
a iniciar el diálogo cuando hay conflicto social".
En
tanto, en Arequipa, las autoridades se alistan para recibir mañana al
presidente Ollanta Humala y varios de sus ministros para poner, pese a reclamos
en Cusco, la primera piedra de Majes Siguas II.
Diario La República.
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