PRIMERO: Estamos frente a un gobierno que traicionó
al Pueblo al abandonar la Gran
Transformación por la que votamos la gran mayoría de los cusqueños. Un gobierno
que ha preferido el continuismo neoliberal sometiendo los intereses nacionales
a los intereses de algunos grupos de poder económico y ha preferido el piloto
automático a la planificación. Un gobierno que duplica el sueldo de sus
ministros a S/. 30 mil, monto 40 veces superior al sueldo mínimo vital. Un
gobierno que ha profundizado la extracción indiscriminada de nuestros recursos
para venderlos fuera sin que los legítimos dueños podamos beneficiarnos, depredando
la naturaleza sin pensar en las generaciones futuras. Un gobierno que en más de
un caso ha optado por la represión y la criminalización antes que persistir en
el diálogo, como ocurriera en Espinar en mayo 2012, hechos que me llevaron a
renunciar a la Bancada Oficialista.
SEGUNDO: La continuidad de este modelo neoliberal
es la causa de la postergación de los proyectos estratégicos descentralistas.
En el caso del Gasoducto, por ejemplo,
el gobierno ha anulado la posibilidad de que Petroperú promueva su
construcción y pretende reemplazar el
proyecto integral por el fortalecimiento del monopólico ducto central de
Camisea y quemar el gas del lote 88 -regulado y barato- para producir
electricidad que serviría principalmente para las grandes empresas mineras y
para ser exportado a Chile. Atrás quedaría la verdadera masificación para
consumo doméstico, vehicular e industrial.
TERCERO: Invoco al pueblo del Cusco a la más amplia
unidad en torno a la defensa de nuestros legítimos intereses, exigiendo al
gobierno:
·
Construcción del Gasoducto Sur Peruano y el Polo
Petroquímico, con participación de Petroperú, como proyectos integrales que
garanticen generación de empleo, gas barato para nuestros hogares y el
desarrollo industrial de la Macro región Sur.
·
Construcción del Aeropuerto internacional en el
marco de una política de ordenamiento territorial y de diversificación de la
oferta turística (evitar la sobrecarga de Machupicchu) que permita el
desarrollo local y regional y no solo favorezca intereses de transnacionales
hoteleras o monopolios ferroviarios.
·
Manejo transparente, planificado y
descentralizado del presupuesto público. No a la recentralización del
presupuesto.
CUARTO: Urge convocar a una plataforma de articulación política y social que deslinde con las gestiones corruptas que denigraron a nuestra Región, y que promueva la construcción de una agenda de desarrollo regional que involucre los intereses y necesidades de todos los sectores productivos y todas las familias cusqueñas.
Congresista Veronika Mendoza.
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