La aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la
ampliación de actividades en el Lote 88 de Camisea sigue generando
problemas. Isaías Abras Turco, presidente de la Comunidad Nativa de
Kirigueti en el Bajo Urubamba, distrito de Echarate (La Convención), tuvo que
viajar durante cuatro días para llegar a la Ciudad Imperial a expresar el
descontento de la población nativa con la ampliación del permiso a favor de
Pluspetrol.
Abras Turco cuestionó que el Ministerio de Cultura haya avalado el proyecto a pesar de
poner en grave riesgo la vida, salud e integridad de las poblaciones nativas
vulnerables que habitan la ceja de selva cusqueña. Refirió que es cierto que
está en serio peligro la protección de los pueblos indígenas en aislamiento
voluntario que viven dentro de la Reserva Kugapakori-Nahua-Nanti.
El líder nativo aseguró que representa a los jefes de las 22
comunidades nativas que viven en el Bajo Urubamba donde se hallan las reservas
del gas de Camisea. “Nosotros, los jefes, no hemos aprobado nada para
ampliar el Lote 88. De un momento a otro dicen que ya se aprobó el estudio.
Entonces nos preguntamos, ¿quién les autorizó? No se hizo ninguna audiencia
pública, ni talleres sobre el estudio”.
Cabe recordar que dos días antes de que René Cornejo sea designado
como presidente del Consejo de Ministros, refirió en Cusco que el gobierno
“garantizará la seguridad de los pueblos nativos del Bajo Urubamba”. Además,
sostuvo que el EIA recibió el visto bueno del Ministerio de Cultura con lo que
se asegura el cuidado de la población amazónica.
Contra Explotación.
Según el dirigente, los 20 mil habitantes de las comunidades
del Bajo Urubamba están en contra de las actividades extractivas en la zona.
Aseguró que desde el inicio de las operaciones de Camisea, hace diez
años (2004), las condiciones de vida de los pueblos amazónicos han
empeorado.
“La realidad es deprimente. La empresa Pluspetrol ha contaminado mi
quebrada Pitoriari, ahora no hay pescados para alimentarnos, en la plataforma
Mipaya del Lote 56 siguen trabajando sin control”.
Abras Turco agregó que la riqueza que genera la explotación
del gas no ha llegado a los nativos. De ahí que los servicios de salud,
educación, electrificación, saneamiento básico, entre otros, siguen siendo
precarios.
En ese sentido, no descartó que puedan iniciar protestas en contra
de dicha actividad. Sin embargo, los estudios hechos por el Organismo Supervisor
de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), Dirección Regional de Salud
(Diresa) Cusco y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa)
descartaron la contaminación.
“Pero nosotros hemos contratado, con ayuda del Programa de Monitoreo
Ambiental Comunitario, un laboratorio privado que dice que hay presencia de
plomo en nuestros ríos”, indica Abras Turco.
Reclaman obras de desarrollo.
Isaías Abras Turco también cuestionó a las autoridades del
Ejecutivo nacional, Gobierno Regional y autoridades locales de La Convención por
su incapacidad de impulsar proyectos de desarrollo.
“Nosotros estamos sobre-estudiados, sobre diagnosticados, saben todo
de nosotros, pero nunca ninguna autoridad se ha preocupado en ejecutar obras que
nos beneficien”.“Por eso he venido al gobierno regional para pedir al presidente
René Concha se comprometa a hacer la obra de mantenimiento del sistema eléctrico
de Kirigueti y otras comunidades”.
El dirigente también cuestionó que el dinero del canon gasífero se
pierda en actos de corrupción. “Acá reina mucho la corrupción. Hay muchas
denuncias".
Diario La República.
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