Las organizaciones miembros de la CNDDHH, red de 81 instituciones con un trabajo de 29
años en defensa de los derechos humanos en todo el país, ante la promulgación
del Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH) afirmamos lo siguiente:
Luego de un largo silencio de dos años sin
mencionar el tema, el presidente Ollanta Humala Tasso promulgó el Plan Nacional
de Derechos Humanos – PNDH el pasado
viernes 4 de julio en la ciudad de Pisac, acompañado del gabinete en pleno,
incluyendo al cuestionado Ministro del Interior Daniel Urresti, procesado por
delitos de lesa humanidad. Desde la CNDDHH, consideramos que este PNDH no
recoge el proceso previo de formulación con participación de muchos sectores de
la sociedad civil y el Estado, ni cumple con las expectativas que levantó con
la finalidad de poder tener un marco legal que planteara un camino para el
cumplimiento de múltiples derechos aún insatisfechos. Tanto su preámbulo, como
cada uno de los cuatro lineamientos estratégicos, así como los indicadores de
medición de cumplimiento del Estado peruano sobre derechos humanos, se
encuentran muy por debajo de los estándares internacionales y de las obligaciones asumidas, respecto de
las políticas públicas indispensables para la vigencia de los derechos humanos
en el Perú. Cabe mencionar que además se ha invisibilizado por completo, los derechos de un grupo vulnerable como es la población LGTBI.
El PNDH, que tendrá una vigencia de 3 años, 2014 -
2016, subordina los derechos humanos al enfoque económico, e ignora el largo
proceso de consultas (21 audiencias previas y 11 talleres de validación
financiados por el PNUD), a pesar de indicarlo en su preámbulo. El Plan no está
centrado en la producción de políticas públicas que garanticen la promoción,
protección y defensa de los derechos humanos, sino en una perspectiva
educativa, de difusión de derechos, fomento de la tolerancia, sin hacer
referencia a muchos de los más graves problemas y necesidades en materia de violación de
derechos humanos en el Perú.
Tenemos conocimiento que los aportes al PNDH desde
cada sector del Estado, han sido los
planes operativos que se vienen actualmente ejecutando, de manera que se han
recogido solo los indicadores de los planes sectoriales, con la finalidad de
poder ser cumplidos de cara al Examen Periódico Universal y otras revisiones de
acciones de cumplimiento en el ámbito de Naciones Unidas. Esta situación se
contradice con el objetivo y la misión del PNDH, que no supone simplemente cumplir
con planes operativos sectoriales, sino por el contrario plantear un horizonte
de políticas públicas para la vigencia y respeto de los DDHH en el Perú.
En su introducción, el PNDH sostiene que “el
progreso económico, sustentado en gran medida en la protección de las
libertades económicas y en defensa y promoción de la inversión privada, es un
presupuesto indispensable para garantizar el efectivo ejercicio de los derechos
humanos”. Esta perspectiva no coloca en
el centro a la persona humana sino que subordina o condiciona la protección de sus derechos al crecimiento
y a las libertades de empresa y económica. Desde nuestra perspectiva, la
dignidad y derechos de la persona humana no se pueden subordinar al interés del
Estado ni de la economía.
Desde la misma perspectiva de derechos debe
reconocerse, también, el acceso equitativo y justo a todas las personas, sin
discriminarlas por su orientación sexual
e identidad de género.
Lamentablemente este es uno de los temas
intencionalmente retirados del plan y deploramos que este tema haya sido
completamente invisibilizados en el PNDH pese a que la propuesta original
elevada al Consejo de Ministros (en noviembre de 2012), contenía dieciocho actividades, lo que implica que el Estado no
reconoce obligaciones internacionales que ha aceptado previamente.
El plan desconoce la promoción de los derechos
sindicales, invisibiliza por completo la situación de las trabajadoras del
hogar desconociendo el Convenio 189 de la OIT.
Asimismo en torno a las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación, demuestra poca voluntad política para reconocer la necesidad de
su cumplimiento más allá del tema de
reparaciones, (Justicia, Reformas Institucionales) y, asimismo, no respeta lo avanzado en otros
marcos legales en relación a la institucionalización de los pueblos indígenas.
Esto constituye un lamentable retroceso
respecto al anterior PNDH (2005-2011),
que tenía una perspectiva más inclusiva y de reconocimiento de los derechos
humanos.
La CNDDHH desde que recibió la primera versión del
plan presentó su preocupación sobre la insuficiencia del mismo durante la
sesión del Consejo Nacional de Derechos Humanos del 4 de diciembre de 2012. En
esa ocasión sostuvimos enfáticamente que no íbamos a respaldar una propuesta
que, de cara a todo el proceso previo, desconocía los acuerdos de cada uno de
las audiencias públicas realizadas en todo el Perú y los talleres de
validación. Sin embargo debemos señalar que el PNDH promulgado está inclusive
por debajo de esa versión y no califica como un plan serio que pueda permitir
afrontar las diversas situaciones de violación de derechos humanos de nuestro
país.
En tanto que el PNDH expresa la voluntad política
del Poder Ejecutivo frente a las garantías de los derechos humanos, esta
situación nos preocupa y consideramos que aún hay tiempo para poder corregirla:
por eso exigimos que el Estado peruano rectifique los vacíos del PNDH y asuma
como le corresponde las obligaciones contraídas en los diversos convenios
internacionales.
Consejo Directivo Nacional
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
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