La situación de violencia y corrupción en el
Gobierno Regional de Ancash ha puesto nuevamente sobre el tapete la reforma
descentralista emprendida en el país desde el 2002 tras la caída de la
dictadura fujimorista. Se ha pretendido explicar estos fenómenos responsabilizando
a la descentralización, cuando el problema es del estado peruano en su
conjunto, cuyas características alimentan situaciones como estas no sólo en
Ancash, sino en varias regiones. Nuestro punto de partida es que la
descentralización, y una organización territorial constituida por regiones que
trascienden los límites político administrativos departamentales, siguen siendo
necesarias para alcanzar un mayor equilibrio territorial, que a su vez
signifique un desarrollo más armónico del país, una mejor provisión de
servicios y oportunidades para todos los peruanos, mayor justicia social y una mayor distribución del poder, es decir una
democracia más real. Pero, es claro también que esta reforma no cumplirá su
cometido sino se da en el marco de una reforma conjunta del Estado, cuyas
deficiencias se evidencian a nivel central como descentralizado, y mientras desde
los sucesivos gobiernos se siga conspirando contra la descentralización, o se
la deje a su suerte. [1]
En este sentido, vale la pena llamar la atención
sobre la relación que existe entre las características del estado y la política
desarrollada respecto a la descentralización en base a los impactos que ha
causado el esquema de distribución del canon, como el uso y gestión de las
transferencias realizadas desde el gobierno central a las regiones, tomando
como ejemplo el caso del departamento del Cusco, fundamentalmente en dos aspectos:
1) Considerando el impacto de la distribución y uso del canon en la cohesión
del territorio, es decir en la conformación de un territorio articulado sobre
la base de la vinculación y conexión de los espacios que componen la región, promoviendo
un desarrollo equilibrado y armonioso, contribuyendo a superar las brechas
económicas y sociales, respetando y reconociendo las diferencias culturales,
superando la división y el localismo, contribuyendo así a la apuesta por
compartir un destino común, lo que llaman cohesión territorial. 2) Considerando
los impactos de las transferencias presupuestales y el gasto de inversión en la
confusa y limitada institucionalidad regional, permitiéndonos observar si hace
posible el establecimiento de una gobernanza democrática, es decir si la toma
de decisiones se produce de manera trasparente y participativa tomando en
cuenta a los diversos actores que hacen parte de la vida del territorio en la
región.
Es preciso en esta perspectiva señalar que el
esquema de distribución del canon fue establecido como resultado de la lucha
reivindicativa de las localidades y regiones productoras, y que su relevancia
se hizo mayor con el crecimiento de las actividades extractivas que
significaron importantes recursos para estos espacios territoriales. Por otro
lado, que las transferencias que realiza en Ministerio de Economía y Finanzas
hacia los gobiernos descentralizados, más allá de que seguramente lo hagan
también con criterios técnicos, se hacen con una gran discrecionalidad y poca
transparencia generando problemas en la ejecución y predictibilidad de estos
recursos para las regiones, realizándose además con un evidente criterio
político favoreciendo a algunas autoridades de acuerdo a sus afinidades
políticas.
Estos esquemas han funcionado relegando la
necesaria descentralización fiscal que permitiría una mayor autonomía económica
de las regiones y localidades, así como una posibilidad mayor de planificar y
establecer montos que hagan posible el ejercicio de las competencias, en un
marco de mayor predictibilidad. En cuanto al aspecto institucional se ha hecho
muy poco para ajustar el diseño de los gobiernos descentralizados que, entre
otras cosas, se han caracterizado por ser fuertemente presidencialistas
haciendo depender en mucho las características de la gestión a la personalidad
del presidente regional. Este abandono, o inercia interesada, de la
descentralización es producto además de nuestra impronta autoritaria y
centralista, de la gran importancia que han cobrado las actividades extractivas
y la renta que producen, provocando la reconcentración del poder para
establecer controles sobre los territorios crecientemente presionados,
garantizando así el flujo de recursos al gobierno central para reproducir su
poder y legitimidad, y la imposición de intereses particulares que han capturado
el Estado y que están directamente implicados en las actividades extractivas.
Para el caso de la Región Cusco, una de las que más
recursos ha recibido en los últimos años, recurrimos a dos recientes
publicaciones para desarrollar nuestros argumentos. En primer lugar mencionamos
rápidamente un trabajo sobre el uso del canon elaborado por John Crabtree.2En
este estudio se muestra que el actual esquema de distribución del canon,
obtenido mayormente de la explotación del gas, no ha contribuido a revertir las
brechas económicas y sociales, e incluso
las puede haber ampliado, tanto entre las provincias como entre los distritos
de la Región, teniendo muy poca incidencia en la mejora de las condiciones de
vida de la población. De esta manera, provincias con poca población y menos
pobreza como La Convención, y el distrito de Echarati particularmente, han
obtenido muchísimos recursos dada su condición de productores, mientras que la
pobreza sigue siendo alta en provincias menos favorecidas como en el caso de Paruro
cuya situación es comparable a la de las provincias más pobres del país. El
impacto de estos recursos en el bienestar de la población ha sido también muy
diferenciado ya que a pesar de la proliferación de obras en los centros urbanos
de Echarati y otros distritos de La Convención, persisten problemas sociales y también
en la provisión de servicios como la salud y educación que son bastante
deficientes. No ha sido el caso de Paucartambo, donde a pesar de obtener mucho
menos recursos se ha podido tener mejor performance orientando de manera más
eficiente sus recursos y acciones hacia la resolución de los problemas
sociales.
Un segundo documento es el de Epifanio Baca que en
una nota de análisis del Grupo Propuesta Ciudadana aborda la forma en que se ha
gestionado el presupuesto en el Gobierno regional del Cusco.3 En
el texto se puede observar cómo se han utilizado los importantes recursos
transferidos por el Gobierno Central a la gestión del destituido presidente
regional Jorge Acurio, única autoridad directamente vinculada al Partido
Nacionalista. Se llega a la conclusión que en esta gestión se invirtieron los
recursos de una manera bastante cuestionable, descontrolada, poco transparente
y con la alta discrecionalidad. Siendo esto posible tanto por el modelo
institucional presidencialista del Gobierno Regional como también debido a la
permisividad de una institución como el MEF que se jacta de su capacidad
técnica. Acurio habría destinado muchos recursos a obras con la finalidad de
legitimar su gestión con un claro uso clientelar de las mismos. De un lado, la
gestión regional concentró la inversión en la ciudad del Cusco, el principal
bolsón electoral de la región. Lo hizo además en algunos proyectos
“emblemáticos”, algunos totalmente cuestionables como la modernización del
Estadio del Cusco. Finalmente, habría realizado un gasto descontrolado y
disperso en obras dispersas que corresponderían a gobiernos locales a través
del Programa ProCusco, muchas de las cuales no contaban con marco presupuestal
ni expediente técnico, lo que fue posible a través de un “proyecto habilitador”
de fondos, para lo que fue utilizado el proyecto del Hospital Antonio Lorena, lo
que constituye una irregularidad flagrante
permitida con la anuencia del MEF.
Dicho esto, se hace evidente que no sólo hay un Estado
con fuertes limitaciones a nivel sub-nacional, sino también a nivel nacional.
Que el centralismo, el autoritarismo, la corrupción se pueden producir tanto en
la escala nacional como descentralizada. Finalmente, queda claro también que
bajo estas dinámicas andamos muy lejos de construir un país más democrático y
territorialmente equilibrado, con regiones verdaderamente democráticas
caracterizadas por gestiones transparentes, participativas y con territorios
cohesionados.
[1] Es importante mencionar que en el actual
gobierno ya se han presentado tres propuestas de Plan de descentralización. La
más reciente es la que ha anunciado el premier Cornejo comprenderá el periodo
2014-2018.
2
“Uso y Abuso del Sistema del Canon. La distribución de los beneficios de las
industrias extractivas en la región Cusco”, publicado por el Centro Bartolomé
de las Casas y el Grupo propuesta Ciudadana en octubre de 2013. Ver el
documento en el siguiente enlace: http://goo.gl/SJYrxj
3
“La gestión descentralizada del Presupuesto: análisis del gobierno regional de
Cusco” Nota de Información y Análisis del Grupo propuesta Ciudadana publicado en
abril. Ver el documento en el siguiente enlace http://goo.gl/WdvjJ9.
Álvaro
Campana
Propuesta
Ciudadana
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